-Debemos cepillarnos los dientes tras el desayuno, comida y cena, pero no inmediatamente, esperaremos de 30-40 minutos antes del cepillado para que disminuya la acidez tras la ingestión del alimento.
-Usaremos un cepillo eléctrico de cabezal redondo o un cepillo manual de cabezal pequeño y dureza media-suave.
-La duración del cepillado debe ser de 2 a 3 minutos, ya que menos de este tiempo es ineficaz para limpiar correctamente todas las superficies de los dientes.
-El movimiento del cepillado debe ser siempre circular incluyendo la encía, de esta manera masajeamos y desinflamamos la zona.
- ¿DEBO USAR LA SEDA DENTAL?
Necesitamos limpiar y retirar los restos de comida que puedan quedar entre los dientes, ya que este lado llamado, superficie interdental no puede ser cepillado.
Debemos limpiar al menos una vez al día estas zonas interdentales, y para ello podremos usar, seda dental, cepillitos interdentales o irrigadores orales.
La elección es tuya.
- ¿QUÉ PASTA DENTÍFRICA USAR?
Al elegir la pasta dental debemos buscar una pasta no blanqueante, no abrasiva y con flúor.
Las pastas blanqueantes suelen ser abrasivas con el esmalte dejando unos dientes muy sensibles y especialmente en niños donde el esmalte aún está en formación debemos evitarlas.
Si cumplimos estos 3 requisitos y tenemos una correcta técnica de cepillado, tendremos todo lo que necesitamos.
- BEBER MUCHA AGUA NO GASEOSA
Es muy importante que la saliva fluya en la boca para que se lleve las bacterias presentes en la boca que además causan mal olor.
Los motivos más frecuentes para padecer boca seca son: beber poca agua, beber alcohol, fumar tabaco, alta dosis de medicación y dormir con la boca abierta entre otros.
Para no padecer boca seca, debemos beber mucha agua no gaseosa (el gas contiene ácido carbónico), el agua no puede ser sustituida por refrescos, batidos o zumos porque estas bebidas contienen azucares añadidos y en el caso de los refrescos con gas además habrá que añadirle el ácido carbónico.
No obstante, si es recomendado la ingesta de vegetales fibrosos con alto contenido de agua como pepino, zanahoria, apio, etc.
Estos vegetales limpian la boca y generan más saliva.
- DIETA
Para tener una boca sana no basta con cepillarse tras las comidas, al contrario de lo que se pueda creer, la dieta es igual o más importante.
Es imprescindible una alimentación rica en fruta y vegetales frescos, legumbres y frutos secos crudos.
Estos productos son ricos en nutrientes y antioxidantes que fortalecen la inmunidad y mejoran la capacidad del organismo para combatir las bacterias y la inflamación, lo cual puede proteger los dientes y las encías.
Por el contrario, el azúcar presente en gominolas, caramelos, dulces, bollería, leche con chocolate, refrescos, batidos y zumos con azúcares añadidos es el alimento de una gran variedad de bacterias, entre ellas las bacterias que producen la caries.
Recomendaciones:
- Zanahoria, manzana y apio: Eliminan la placa de los dientes y refresca el aliento.
- Arándanos frescos: Interrumpen la unión de placa bacteriana oral por tanto disminuye la formación de placa.
- Vitamina C: Protegen encías y otros tejidos contra el daño celular y las infecciones bacterianas. (Presente en verduras y frutas)
- Ácido fólico: Promueve el crecimiento celular en todo el organismo por tanto también en la boca. (Presente en vegetales de hoja verde y levadura de cerveza).
- Té verde sin azúcar: Por su alto contenido en flúor fortalece el esmalte.
Precaución:
- Evitar o disminuir en lo posible la ingesta de ácido láctico y ácido carbónico.
Estos ácidos provocan una bajada del PH del medio oral, lo cual debilita el esmalte siendo su efecto más perjudicial en niños y jóvenes.
Si además se combinan estos ácidos con azúcares añadidos como en el caso de los refrescos gaseosos o batidos, la desmineralización del esmalte y la caries tendrá un altísimo riesgo de padecerse.
- Si vamos a consumir alguno de los productos no recomendados, para disminuir el impacto, será mejor tomarlos tras alguna comida, enjuagarse la boca al terminar y cepillarse unos 30 o 40 minutos tras su consumo cuando el PH se haya neutralizado.
- TABACO
Consecuencias del tabaco en la boca:
- Halitosis
- Desarrollo de vellosidades en el dorso de la lengua.
- Sequedad de boca.
- Vasoconstricción de los tejidos de la boca, que afecta a dientes, encías y hueso.
- Dientes: Si apoyamos el cigarrillo sobre un mismo diente durante largo tiempo, la pulpa situada en la capa más interna del diente podrá necrosarse, llegando a requerir una endodoncia o incluso su extracción.
- Encía: Las encías se inflaman, pero los vasoconstrictores del tabaco impedirán el sangrado de estas, por tanto, no tendremos un sistema de alerta que nos advierta de que estamos desarrollando un problema periodontal, pudiendo ser tarde para salvar los dientes si la enfermedad se desarrolla al estadio más severo.
- Hueso alveolar: Este hueso es el soporte de los dientes, y necesita tener una rica vascularización, es decir, necesitan los nutrientes y la sangre que hay en estos vasos para permanecer fuerte y sano.
El tabaco impide este aporte de sangre y nutrientes por lo que este hueso que soporta a los dientes se va perdiendo, y poco a poco irán apareciendo más huecos entre los dientes, las raíces se van exponiendo, dando la sensación de dientes muy largos y por último se podrá llegar a la pérdida dentaria completa.
- ALCOHOL
Cóctel de azúcar y ácidos, su alto consumo estimula el desgaste de la capa más externa del diente y su función protectora, dando consecuencias de sensibilidad dental, descalcificaciones, disminución del tamaño del diente y caries.
Si mezclamos alcohol y tabaco, el riesgo de cáncer oral es mucho mayor.
- REVISIONES DENTALES PERIÓDICAS.
Siga las recomendaciones de su dentista, dependiendo de las características de cada individuo, las revisiones pueden ser necesarias a cada 3 meses, 6 meses o una vez al año.
Con estas revisiones podrá detectar lesiones en su estado más simple evitando procedimiento más complejos y caros.
Dra Sara Martín Ríos
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